La Honradez |
La etimologÃa de Honradez, se
remonta al vocablo honrado, que a su
vez proviene del latÃn honorätum, que se refiere a una
persona honorable, recta, que actúa con limpieza e integridad; esto quiere
decir que en sus actos no existe la mala intensión con el fin de perjudicar a
alguien para conseguir su beneficio propio.
Ya en estos tiempos difÃcilmente podemos
decir que alguien es 100% honrado, nadie puede decir que nunca ha robado ya sea
un lápiz o un borrador de su oficina, el libro o el CD que te presto un amigo, todos en algún momento
hemos quebrantado el principio de la honradez y ni que hablar de los polÃticos corruptos que se jactan de decir: "que lo que no se roban es porque ya se lo robaron otros".
Con qué cara el padre le dice al
hijo "no tomes lo que no es tuyo", cuando el niño ve que su mamá o su papá trae
una resma de papel de la oficina; la educación definitivamente comienza en
casa, desde que el niño es pequeño se le debe inculcar las buenas costumbres, Los Valores Morales, sobre todo con el ejemplo que sus padres le puedan dar.
A veces algunas personas se dejan
llevar por sus sentimientos, y suelen decir que al fulano lo tienen preso por
robarse una gallina; mientras que al de cuello blanco lo dejan libre; en parte
es cierto, pero la verdad es que robar es robar, ya sea que te robes una gallina
o un ferrari, lo injusto es que la ley no se aplique a todos por igual y de forma proporcional al delito.
Una persona deshonesta, es una
persona despreciable, mientras que una persona honrada es beneficiaria del
aprecio de los demás, goza de la confianza de sus conocidos, no pasa vergüenza como podrÃa pasar el deshonesto cuando los demás le evitan o no quieren confiarle nada a su cuidado, pues saben
que les va a defraudar.
Es importante siempre comenzar
aplicando los principios con nosotros mismos, ya que si somos incapaces de
cumplirlos con nosotros, más incapaces seremos de cumplirlos con los demás,
sobre todo recuerda que te puedes engañar a ti mismo, puedes engañar a los
demás, pero a Dios nadie lo engaña, asà que ojo con lo que hacemos.
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