Dios escogió entre
sus joyas más finas
A la que Honduras
debía llamar,
Y la guardó entre un
joyel de colinas
Igual que un tesoro
debía guardar.
Su raza Maya, suprema
en bravura
Hizo su nido imperial
en Copán;
Y ello forjó aquella
gloria de Honduras
Que se llamó General
Morazán.
Es mi Honduras, mi
tierra querida
La más hermosa que el
sol nunca vió,
Por ella doy yo mi
sangre y mi vida
Lo mismo que el bravo
Lempira la dio
No hay otro pueblo
más macho
Que el pueblo
catracho
Del cual vengo yo (bis).
Tegucigalpa es el
Cerro de Plata
Que el río Grande
despierta al pasar
Y que se duerme en la
serenata
Que allí en su
Picacho entona el pinar.
Y de Suyapa la virgen
que es dueña,
Dueña y señora de
nuestra nación,
Formó la linda mujer
hondureña
Más primorosa que
rosa en botón.
Es mi Honduras…
Tino López
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