En cualquier país del mundo o al
menos en la mayoría se dice que La
Familia es el fin supremo o la base de la sociedad, por lo menos en teoría,
la realidad es un poco distinta como todo. Y porqué el Fin Supremo nos preguntamos, bueno porque con la familia llega La Procreación, y esta pues garantiza la
existencia de la especie humana, por lo cual es deber de cada estado proteger
la institución de la familia y tengamos presente que cuando nos referimos al
estado nos incluimos todas las personas.
Se preguntarán porque este tema
el día de hoy, bueno… primero debo aclarar que no tengo el más mínimo interés de
molestar a nadie y por nadie me refiero directamente a la comunidad LGTB y sus
simpatizantes, yo personalmente respeto a todo ser humano por su condición de
ser humano, sin interesarme en lo más mínimo por sus preferencias sexuales; sin
embargo cuando se cruzan ciertos límites con los que se pone en peligro la
Institución de la Familia y por ende la conservación de la especie humana, pues
es nuestro deber y obligación velar por las instituciones que son la base de
esta sociedad que si bien no es perfecta es la única que tenemos.
Desde hace muchos años se viene
hablando de términos new age como igualdad de derechos, matrimonio
igualitario, pues muy a pesar de la susceptibilidad de algunos de hoy en
adelante tenga claro que la Igualdad de derechos, los derechos humanos son eso Derechos Humanos inherentes a nuestra
condición humana de personas, no condicionados a nuestras preferencias sexuales
y esto está perfecto así debe ser. Por otro lado y en resumen El Matrimonio hace referencia
exclusivamente a la unión de un hombre y una mujer pues es por la unión de
estos que nos reproducimos.
El Matrimonio cuya etimología
deriva de dos términos latinos matris (madre)
y munium (cuidado), hace referencia
histórica al papel de la madre, de la procreación, por lo que resulta absurdo
utilizar los términos matrimonio igualitario o matrimonio gay, eso estimados
lectores no existe ni jurídicamente, ni históricamente, ni biológicamente, llámele
como quiera, pero matrimonio no es y no será jamás.
Creo que tal vez la única cosa
buena que recuerdo del señor Porfirio
Lobo como presidente de Honduras es haber dejado protegido el matrimonio en
la moribunda Constitución de Honduras, claro aquí eso no es mucha garantía,
pero algo es algo, Dios quiera que nunca se le ocurra a los politiqueros
populistas querer legalizar lo que biológicamente es imposible, espero que no
se me vaya a ofender nadie por hacer uso a mi Derecho Universal a la LIBERTAD DE EXPRESIÓN y les repito
respeto a las personas por ser personas, no por sus preferencias sexuales,
equipo de fútbol, partido político o creencia religiosa, tengan una muy feliz y
bonita semana.
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